Perder
otros dos puntos y desaprovechar la caída del puntero son los
sumandos de una aritmética que resulta casi cruel para La
Peña Sporting. En realidad, encontrar la lógica de este 0-0
no resulta difícil. El declive en la productividad del equipo
de Lince se acentuó en el mediodía chorrillano. Vayamos por
partes. Está claro que, de un tiempo a esta parte, las
distintas fórmulas que ha utilizado el profesor Drago en la
delantera han tenido muchos problemas para resolver. Todo lo
contrario a lo que ocurría a comienzos de temporada, cuando
la dupla Barranzuela - Dolorier solía barrer con las defensas
rivales, bien sustituidos ya sea por Roberto Ruiz, Alegría,
Caldas o algún otro compinche. Bien, esta magia se perdió
luego de la seguidilla de malos resultados con numerosas
pérdidas -ya sea por lesiones o suspensiones- que asolara a
La Peña casi al término de la primera rueda. El concurso de
Pedro Prado, el cual vino alternando de volante de llegada y
hasta de franco delantero, no fue suficiente para paliar esta
situación.
Luego tenemos que el
conductor del medio campo de La Peña, el buen Mario
González, si bien alzó su juego respecto al último partido,
no fue determinante ante AELU. Su desempeño fue correcto, eso
es cierto; pero en cualquier otro partido alguna de las
pelotas paradas a favor, que abundaron ante los de Pueblo
Libre, hubiera tenido como consecuencia un gol para el local.
En tercer lugar tenemos que
este AELU no tiene nada que ver con aquél timorato equipo de
la primera rueda que fuera vapuleado por La Peña en el mismo
Pueblo Libre y con 9 hombres todo el segundo tiempo. Baste
decir que de aquél partido a éste, la alineación de los
verdes varió en 8 hombres. A cambio, presentó un orden
defensivo importante y un concepto claro de contragolpe que
bien pudo rendir sus frutos principalmente en la figura de
Carlos Ramírez, aunque Mickle también se aproximó y el
juego de Flores complicó más de una vez. Felizmente para el
local el 1 Laurie atraviesa por un momento más que correcto.
Así las cosas, parecía
arriesgado sacrificar uno de los hombres de marca en medio
campo (Velásquez o León), para dar luz verde al talentoso
Zuloaga. La tónica del profesor Drago en este sentido es
conservadora, casi cautelosa, y si bien apuró el ingreso del
incisivo Roberto Ruiz (que junto con Alegría conformaba una
delantera muy rápida) y de Joao Pereira, cuya vocación de
ataque es más alta que la de John Terrones, estos cambios por
sí solos no resolvieron el partido. El ingreso de Zuloaga, ya
bien entrado el segundo tiempo, encontró al equipo de Lince
sin la paciencia para hacer la pausa, con la ansiedad que
suele derivar en centros repetitivos. A pesar de esto Zuloaga
complicó con sus movimientos a derecha o izquierda; aunque
también es cierto que se perdió recuperación en el medio
campo. La expulsión de Sifuentes hizo que Flores ocupara su
plaza, con lo que AELU sólo se dedicó a defender y complicó
cada vez menos con sus contragolpes. Pero el partido,
encaminado en la senda de los centros repetitivos, nunca
terminó por darse para los de Lince.
Estamos entrando a la recta
final del campeonato. Alguien de buen ánimo podría decir que
La Peña, a pesar de todo, difícilmente deja de sumar partido
a partido. Es cierto, pero ojalá que esos puntos perdidos no
se los lleve el viento a tienda contraria.
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Mark Gogny - Fotos de Jorge
Luis Pinedo |