Se
sabía que San Marcos iba a ser un rival complicado. Un
plantel que se conoce, una posición expectante en la tabla. 3
al fondo, dos medio campistas de recuperación y volantes
extremos garantizaban una lucha ardua por el medio campo. Al
frente, el comando técnico de La Peña decidió jugar un
4-3-3 con sabor a ataque rutilante, Alegría tirado por la
izquierda. Es decir, el profesor Drago apostó a un tránsito
rápido por el medio campo y que la bola llegue lo antes
posible a zona de ataque. Propuesta arriesgada, con
personalidad y que auguraba un ida y vuelta de área a área.
Llovizna de por medio y con la cancha en malas condiciones, ya
a los 15' Nieri, dueño de las pelotas paradas en el cuadro
estudiantil, sacó un centro envenenado desde el sector
oriente, la bola toca en Almanza en una confusión total y se
decreta el 0-1, pero Dolorier empata de tiro libre sólo 3
minutos después. El partido es atractivo, se prodiga Chávez
por derecha y de enlace franco, busca Alegría por la
izquierda, Barranzuela se muestra también, Vela y Mario
González tienen que resolver muchas situaciones en su sector,
sobre carga que también afecta la acostumbrada eficiencia de
la dupla Almanza-Oliva. En San Marcos se prodiga Batista en la
salida; y los volantes de contención hacen bien las cosas.
Algo es notorio: salvo en las jugadas detenidas en contra, los
delanteros de La Peña no toman mayores responsabilidades
defensivas. Son una zona de paso en la salida rival y el medio
campo local se resiente por esta situación. La sobre carga de
trabajo deviene inevitablemente en un cansancio prematuro.
Esto se vio en el 2T. La presencia de Ronald García no pudo
revertir esta situación que se mantuvo a pesar del ingreso de
Carlos Neuhauss en el peor momento de La Peña, cuando el
cuadro de Lince era asediado por la visita. El centro de
Rocangel y el cabezazo abajo de Andy Pando fueron consecuencia
de esto (3-3). Por comentar queda la jugada aquélla en la que
Carlos Neuhauss no puede definir al borde del área chica,
cuando la tribuna coreaba el 4-3. También haría falta
revisar el recurrente tema de las expulsiones del cuadro de
Lince. Otro punto recurrente es la efectividad de Mario
González en los centro de pelota parada; y también de los
otros. Esta vez, auxiliado por la llovizna, el balón por él
enviado se escabulló entre las manos del portero visitante,
para que Luis Oliva ponga la ventaja transitoria. Consecuencia
de una pelota parada, fue también el gol de J. Alegría. Ya
estamos hablando de una variante muy efectiva de La Peña
Sporting, adecuadamente trabajada por el Comando Técnico.
Este empate no es el resultado esperado pero, como dijera el
profesor Drago a sus dirigidos "no quiero caras largas,
vamos a seguir trabajando". Y claro, con todo, La peña
Sporting sigue invicto y el segundo lugar puede dejarlo la
próxima semana, cuando enfrente a Olímpico. Se nos viene un
partidazo…
Mark Gogny |